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Conociendo A: Milana Bonita #6

  • Foto del escritor: Lucho González
    Lucho González
  • 14 jun 2024
  • 8 Min. de lectura

Hoy tenemos el placer de presentarles a Milana Bonita, un grupo de Indie Rock Español que ha emergido en la ciudad de Gijón. Formado por Diego Fernández, Ana Belén León e Isaac Alonso, Milana Bonita nació en 2020, un año marcado por la incertidumbre y el aislamiento de la pandemia, pero también por la necesidad de expresar y compartir emociones. Este grupo es el resultado del profundo deseo de sus miembros de crear algo auténtico y satisfactorio, tanto para ellos como para su audiencia.


El guitarrista Diego Fernández, conocido por su tiempo con The Garage Van, aporta su vasta experiencia y una pasión inquebrantable por la perfección a este nuevo proyecto. Su naturaleza optimista y atención al detalle lo convierten en el pilar fundamental sobre el que se cimienta Milana Bonita. Ana Belén León, con su sólida formación en arte dramático y una excepcional habilidad como cantante lírica, fusiona la actuación y el canto para crear momentos en el escenario que trascienden lo común. Su presencia es pura electricidad, dotando a cada interpretación de una expresividad única. Isaac Alonso, formado como pianista y flautista en el Conservatorio Profesional de Música, trae la precisión y el enfoque perfeccionista del mundo clásico a los teclados y sintetizadores de la banda. Su talento en la creación de paisajes sonoros eleva las melodías de Milana Bonita a nuevas alturas.


El origen del nombre "Milana Bonita" es tan único como la banda misma, y refleja el espíritu y la visión de sus miembros. En el sombrío contexto de 2020, cantar en español fue un reto deliberado que aceptaron con valentía. Entendieron que, aunque cantar en un idioma no nativo puede ofrecer una capa de protección al hacer las letras menos personales, querían apostar por un mensaje y un ritmo que realmente conectaran con su audiencia. A lo largo de su carrera, han demostrado que esta decisión ha valido la pena, logrando letras profundas y personales que resuenan con sus seguidores.


Milana Bonita ha lanzado tres temas hasta ahora, todos en español, desafiando la tendencia de cantar en inglés que prevalece en muchos géneros musicales. Sus influencias abarcan una gama de estilos, incluyendo a Rufus T. Firefly, Xoel López, Amaral y The War On Drugs, lo que se refleja en su sonido distintivo y ecléctico. La banda ha estado produciendo nuevas canciones en Madrid y tiene planes emocionantes para el futuro, incluyendo una hoja de ruta clara que se extiende hasta 2025, con la intención de presentar su trabajo en Madrid a principios de ese año.


El apoyo del público es fundamental para ellos, y aunque la etiqueta de "emergente" puede ser un arma de doble filo, la banda cree firmemente en la importancia de construir una red de artistas emergentes que remen juntos en un panorama lleno de talento. A pesar de los desafíos, como la falta de infraestructura y recursos, Milana Bonita sigue adelante con ilusión, amor por lo que hacen y una disciplina de trabajo admirable. Ellos no solo buscan el éxito comercial, sino también el reconocimiento de su esfuerzo y pasión por la música.


En esta entrevista, profundizaremos en el viaje de Milana Bonita, desde sus humildes comienzos durante el confinamiento hasta sus ambiciosos planes para el futuro. Hablaremos sobre su proceso creativo, los desafíos que han enfrentado como banda emergente y sus sueños y aspiraciones. Descubriremos qué los motiva, cómo han evolucionado y qué podemos esperar de ellos en los próximos años.


¿De dónde proviene el nombre "Milana Bonita" y qué significado tiene para vosotros?


Milana Bonita es una frase icónica en la novela “Los Santos Inocentes” de Miguel Delibes, cuya adaptación al cine, sin duda, recomendamos encarecidamente. Ante una situación social penosa y humillante, Azarías, el personaje más especial de la novela, por su ternura y su condición especial, se muestra bondadoso y vive amando la naturaleza, solo preocupado por cuidar de un ave a la que llama cariñosamente “milana bonita”.


Con este nombre queremos reflejar muchas cosas: una conexión con la literatura española, ya que cantamos en español y, a parte, nos apasiona. Y por otro lado, representar lo puro, lo bello, lo sencillo y esencial, cualidades que nos gustaría transmitir en nuestra música.


¿Cómo surgió la idea de formar Milana Bonita durante el complicado año 2020, y qué significó para vosotros comenzar este proyecto en medio de la pandemia?


En una situación como la que vivimos de parón forzado, de aislamiento, de acatar todo tipo de órdenes sin rechistar… la cabeza estaba a punto de explotar, teníamos muchas ganas de compartir las miles de ideas que se nos venían a la mente, incluso como modo de escapar de esa situación tan opresiva. Íbamos sin prisa, más que nunca, permitiéndonos disfrutar de la magia del proceso creativo sin la presión del trabajo, horarios etc. Vamos poco a poco recogiendo lo sembrado, pero lo gordo está aún por venir. Jajaja!


Tenéis una formación y antecedentes musicales diferentes. ¿Cómo habéis logrado fusionar estas distintas influencias para crear el sonido distintivo de Milana Bonita?


Precisamente aceptando y abrazando esos contrastes y diferencias. Amando las particularidades de cada uno y sobretodo aprendiendo de los puntos de vista tan diferentes de cada uno. Diego (guitarra) tiene bastante experiencia tocando con su anterior banda, lo que ayuda mucho a la organización, ver qué funciona y qué no, ser muy práctico a la hora de acatar cuestiones de la banda. Isaac, tiene formación de conservatorio y a nivel técnico, teórico y creativo musical desempeña una labor importantísima. Ana llega del arte dramático y del canto lírico, y puede transmitir los subtextos y el alma de las canciones y ofrece disciplina a la hora de trabajar. Somos 3 buenas patas para un banco.


Ana y Diego, pusisteis las primeras semillas del grupo, y luego se unió Isaac. ¿Cómo fue ese primer encuentro y cómo decidisteis que trabajaríais juntos?


Con canciones ya bastante dibujadas, necesitábamos más instrumentos para comenzar a ponerlas en pie y darles vida. Nos vimos con Isaac en casa: en el primer encuentro vimos a un tipo tímido, muy discreto, diplomático y formal. Nos engañó a todos. Jajaja. Es broma. Nos encontramos en el momento exacto, hubo una conexión perfecta en cuanto tocamos juntos y hablamos de música, además, la banda para él fue crucial para calmar las ansias de vivir la música con libertad que había arrastrado durante años.


¿Podríais describir el proceso creativo al componer una canción? ¿Cómo decidís las letras y los arreglos musicales?


Viene por muchas vías: a veces vienen de una línea de guitarra o piano que a alguno se le ocurre, y comenzamos a hacerla crecer. Otras veces alguno viene con una canción hecha al completo, en secreto, sin decir nada, la enseñamos y si mola, comenzamos a moldear. También hay ocasiones en que una vivencia personal o situación da pie a comenzar a componer letra y melodía.


Con las letras nos peleamos mucho: es dificilísimo escribir. A la vez que bello. Es fascinante dejarte llevar contando cosas, atreverte o no a hablar desde uno mismo, mojarse, optar por ser la voz de una revolución, o ser la voz de un objeto de deseo, o la voz de las historias de la gente… Por otro lado es una locura encontrar las palabras oportunas con el maravilloso vocabulario que tenemos en la lengua española. Nosotros tiramos mucho del “diccionario de ideas afines” de Fernando Corripio.


La pandemia brindó una oportunidad inusual para dedicarse a las aficiones. ¿De qué manera influyó este tiempo en la música y desarrollo de la banda?


Justo lo comentábamos antes: cierto es que era una situación de mierda la que todos vivimos pero, en efecto, se podía ver por el lado positivo y era ese: disponer de todo el tiempo del mundo para rayarte mil horas con una melodía, escribiendo, investigando mil referencias y ejemplos, inspirarse, y descansar cuando estabas harto, también.


Y sobretodo, prevalece la idea de, aprovechemos todo lo bueno e interesante que ofrece la vida que nunca sabes cuándo puede dar todo un giro de 180 grados.


Recientemente, estuvisteis en Madrid produciendo nuevas canciones. ¿Qué podéis contarnos sobre estos nuevos proyectos y qué expectativas tenéis para el 2024 y 2025?


Que se viene algo muy guapo, hecho con un mimo y un cariño desmesurados. Ahora vamos cogidos de la mano de Guillermo Rubio ( Mara) y Raquel Martínez (Kela), los cuales producen y dirigen un poco la parte mas profesional del proyecto. Estamos aprendiendo mucho con ellos y juntos estamos creando un proceso creativo muy interesante. Ahora bien, también hay mucho curro, frustraciones, deconstrucción… pero es parte del crecimiento.


Estamos creando 9 nuevos temas, 3 de los cuales grabaremos, el presupuesto no da para más, jajaja! Y esta nueva etapa creativa culminará en un primer concierto presentación en Madrid, allá en marzo 2025. A partir de ahí, a picar puertas y ser pesados llevando nuestra música allá donde nos dejen.


Como banda emergente, ¿cuáles han sido los mayores desafíos que habéis enfrentado y cómo los habéis logrado superarlos? ¿Qué tipo de apoyo consideráis crucial para artistas en vuestra situación?


Pienso que el mayor de los desafíos es administrar el presupuesto y no morir en el intento. Necesitas grabar los temas para darte a conocer a través de spoty, necesitas alquilar salas para dar conciertos, necesitas buen equipo musical para no sonar a lata… todo eso es pasta. Pequeñas cosas que nos han ayudado han sido, por ejemplo, ser contratados como banda en una serie de Netflix (aún por estrenar), para figurar como banda y para uso de nuestras canciones, luego lo típico, la venta de merchandising en conciertos, y poco más.


Sería genial que hubiese por parte de los organismos públicos algún tipo de ayudas para desarrollar proyectos musicales, como sucede con el teatro, o residencias culturales para bandas de música, o que las salas fuesen más flexibles con los alquileres, o que el propio público acuda en masa a los conciertos de bandas emergentes…


Para vosotros es muy importante el apoyo del público. ¿Cómo percibís la relación con los fans y qué papel juegan ellos en el crecimiento como banda?


Hablamos de “fans” considerando solo a nuestros amigos cercanos y familia como tal. Ojo, son un pilar esencial. El primer apoyo. Luego hay alguna persona desconocida que de pronto te viene a decir que ha flipado con tus canciones y que le has alegrado el día. No me imagino lo que tienen que sentir las grandes bandas.


A la hora de componer pensamos mucho en el público, en qué le gustará escuchar, en qué podrá corear con nosotros, en si se le pondrán los pelos de punta con alguna canción. Sin público no hay banda. Y me refiero sin público en directo: está genial tener miles de seguidores en redes y plataformas (que no tenemos por cierto, jajaja), pero escuchar cómo una sala se va llenando antes del concierto, o ver que la gente está pasando un buen rato y sonríe durante el mismo, eso es brutal.


¿Cuáles son las metas a largo plazo como banda? ¿Dónde os veis en el futuro y qué sueños os gustaría alcanzar, tanto en términos de actuaciones como de evolución musical?


Principales metas serían sacar y grabar más temas. Y por otro lado pulirnos como banda, cada uno de los integrantes mejorar en técnica, composición, expresión corporal en escenario etc.


Confío en que podremos pisar algún gran escenario. Si no es posible lo soñaré, pero hay que intentarlo, llegar a un gran número de gente en actuaciones en directo. Un gran sueño, tocar por ejemplo, en un Sonorama abarrotado. Te imaginas? Jajajaja!!!!


Y en cuanto a la evolución musical, pues eso, mejorar a nivel técnico, crecer en autoconfianza, aprender a creérselo, rodearse de grandes profesionales.


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